Aldo Dávila parece haber sepultado su carrera política tras un incidente ya que en una sesión extraordinaria del Comité Ejecutivo del partido VOS, el diputado involucró a su familia en un vergonzoso episodio que ahora lo tiene en el ojo del huracán. Durante la reunión, su hermano Kenny agredió al secretario general del partido, Carlos Vezares. La situación se agravó cuando una mujer grababa el altercado, y, en un acto desesperado, Aldo Dávila intentó evitar que el video saliera a la luz atacándola para impedir la grabación.
El caos no solo quedó registrado, sino que las consecuencias legales llegaron rápidamente. Ahora, tanto Aldo como su familia enfrentan denuncias ante el Ministerio Público por agresiones y violencia contra la mujer. Además, se han emitido órdenes de restricción a favor de Karina Paz y la camarógrafa afectada.
Este episodio es el más reciente de una serie de conflictos internos en el partido VOS, donde las intrigas y rivalidades han salido a relucir. Orlando Blanco, Jairo Flores y José Chic, ex diputados del partido, tomaron de forma unilateral e ilegal la decisión de expulsar a la diputada Karina Paz, quien había logrado destacarse como primera secretaria de la Junta Directiva del Congreso, siendo incluso reelecta para el cargo.
Sin embargo, la jugada de estos diputados terminó volviéndose en su contra. En respuesta a sus acciones cobarde e ilegales, el secretario general del partido, Carlos Vezares, decidió expulsarlos de manera legal, acción que quedó firme. A partir de hoy, Orlando Blanco, Jairo Flores y José Chic han sido declarados diputados independientes, perdiendo automáticamente la posibilidad de formar parte de comisiones de trabajo o de optar a cargos dentro de la Junta Directiva del Congreso.
Las consecuencias no terminan ahí. Sin partido político que los respalde, es poco probable que encuentren una nueva plataforma para las próximas elecciones. Este escándalo no solo ha desgastado a los implicados, sino que ha llevado al partido VOS, antes una bancada fuerte y fiscalizadora, a un punto de colapso. Con apenas cuatro diputados, el partido ha demostrado una incapacidad para mantener la armonía y la convivencia interna.
Esta es una historia que refleja cómo la inmadurez política puede destruir hasta a los partidos más prometedores.