La extraña enfermedad que hace vomitar a un hombre 60 veces al día
Experimentaba náuseas frecuentes y episodios de deshidratación severa. Esto requería que buscara atención hospitalaria de emergencia
La vida de Matthew Pascoe, un hombre de 33 años, ha sido marcada por una lucha constante. Enfrenta la gastroparesia, una extraña enfermedad que lo llevó a vomitar hasta 60 veces al día. Este trastorno ha transformado por completo su existencia. El diagnóstico le fue confirmado en el año 2018. Pascoe pensó inicialmente que sufría una simple infección intestinal.
Experimentaba náuseas frecuentes y episodios de deshidratación severa. Esto requería que buscara atención hospitalaria de emergencia urgentemente. La gastroparesia es un trastorno que ralentiza o detiene completamente el paso de los alimentos. Los alimentos no se mueven del estómago al intestino delgado, impidiendo la digestión normal. Sus principales síntomas son dolor abdominal, náuseas y vómitos persistentes.
En esta afección, los músculos del estómago no trasladan la comida como deberían. Esto impide que el estómago se vacíe correctamente. La enfermedad de Pascoe se asoció directamente con su diabetes tipo uno. Los síntomas se intensificaron rápidamente, afectando su peso y bienestar general. En los seis meses posteriores al inicio, su peso se redujo de catorce a siete kilogramos.
Neuroestimulador gástrico
La búsqueda de respuestas resultó infructuosa por un tiempo. Los especialistas consideraron primero otras causas, como úlceras o una posible ruptura de apéndice. Tras un colapso en su domicilio, su familia gestionó una derivación privada. El joven necesitaba atención especializada urgente. Pascoe relató que su vida cambió radicalmente cuando su especialista modificó el tratamiento.
El médico le proporcionó un nutricionista y cambió su medicación a formato líquido. Le implantaron un neuroestimulador gástrico, una opción reservada para casos severos. Este dispositivo es alimentado por baterías. Se implanta quirúrgicamente en el abdomen para liberar pulsos eléctricos suaves. El neuroestimulador busca reducir las náuseas y los vómitos crónicos en pacientes.
Pascoe recibió el implante en mayo de 2019 tras una recaudación de fondos. La batería, con una vida útil de quince años, solo ha durado siete. Ha trabajado a tal intensidad en su caso que la batería está agotándose rápidamente. Ahora, dispone de aproximadamente un mes antes de que el aparato deje de funcionar. Deberá reemplazar la batería con un costo de quince mil euros para continuar.
El joven explicó que, mientras el estimulador funciona, su calidad de vida mejora notablemente. Gracias al estimulador gástrico pudo volver a sentir curiosidad por la comida. El impacto de la enfermedad va más allá de las complicaciones digestivas evidentes. El hombre insiste en la necesidad de una mayor visibilidad y comprensión de la gastroparesia. “A veces siento que nos ven como números en lugar de personas”, expresó con tristeza.
Fuentes: Mediatiko


